– Edward… Cullen… Esta Aquí…….-
Cuando Lizzie dijo eso, Jelly de inmediato se cubrió los oídos seguida de Jasper quien imito su acto insinuando lo que venía…
- Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! – Dio un gritito agudo pero de emoción.
- Maldita sea mis oídos!!... – Se quejó Edward
- Lizzie! Que esta pasando aquí?! – Preguntó la madre de Jelly entrando al edificio.
- Mamá!... – Gritó Jelly espantada mirando a Edward.
- Jelly, quien es él?, porque Lizzie gritaba de esa manera? – Preguntó severa y se cruzó de brazos – Quiero una explicación…y la quiero ahora
- Errh bueno… yo… - Jelly no sabía que inventar.
- Tía, yo puedo explicarlo… - Dijo Lizzie mirando a Jelly y luego a su madre.
- Dime Lizzie, te escucho… - Dijo seria la madre.
- Bueno… Jasper es mi primo de Estados Unidos… Y Edward…Es… Es el mejor amigo de Jasper quien también vino de intercambio… - Dijo Lizzie sonriendo.
- Ah si? Y porque gritabas? – Le pregunto la madre mirándola sospechosamente.
- Es que… - Lizzie dudaba…
- Es que le traje un regalo… - Dijo Edward de improviso
- Si eso, me trajo un regalo… - Asintió Lizzie sonriendo.
- Y donde esta? – Pregunto desconfiada la madre de Jelly.
- Amm… - Edward pensó al igual que Lizzie pero no se les ocurría nada.
Jasper miraba a Edward cuando vio un hermoso collar que llevaba al cuello el cual consistía en un par de alas de murciélago negras metálicas bastante bien detalladas, sonrío y miro a la madre de Jelly.
- Es el pendiente, Edward le regaló el collar… - Dijo Jasper sacándole el collar a su hermano y dándoselo a Lizzie.
. Ehh…Si, creo que si… - Dijo Edward mirando el collar y luego al ver la mirada desconcertada de la madre de Jelly sonrío – Digo, si, es ese collar.-
- Gracias Edward! Que lindo detalle – Dijo Lizzie abrazando el duro y frío pecho del vampiro pero al menos la madre de Jelly se tranquilizó.
- Dime Edward… vienes por un cuarto supongo? – Preguntó la madre de Jelly.
- Bueno… Sí, pero no se preocupe puedo compartir pieza con Jasper, no es cierto amigo? – Preguntó Edward dándole un golpecito en la espalda amistosamente.
- Si ‘amigo’… - Jasper sonrío y la madre de Jelly asintió.
- Bien, si estas cómodo así puedes quedarte… - Le sonrío. – Serviré la cena en 10 minutos… - Anunció y se marchó a la cocina.
- Bueno Jelly, mañana en la noche debemos ir por comida… - Le dijo Lizzie a Jelly sonriendo macabramente.
- Que?... comida?...para quien? – Preguntó Jelly extrañada
- Pues para ellos… Para quien más, podemos ir al banco del hospital… - Dijo Lizzie con una risa.
- Eso será divertido… - Sonrío Jelly y los 4 se fueron al cuarto de Jelly.
- Chicos, a Lizzie se le ocurrió una idea… - Dijo Jelly mientras estaban los 4 sentados en la cama de arriba.
- Que cosa se le ocurrió a esta mocosa? – Preguntó Edward con una de sus sonrisitas.
- No me llames mocosa… Y mi idea es que mañana en la noche vayamos a robar sangre médica al hospital de la ciudad a menos que quieran alimentarse de perros vagos… - Jelly y Lizzie se partieron en risas burlonas.
- De que se rien?... – Preguntó extrañado Jasper.
- Chiste interno Jasper, no te preocupes. Entonces están con nosotras? – Preguntó Jelly.
- Claro que sí… - Jasper sonrío y Edward sólo asintió.
- Genial… - Lizzie sonrío cuando oyeron el llamado a cenar.
- Por cierto, como lo haremos con eso? – Pregunto Jasper
- No te preocupes Jasper, tenemos todos calculado… - Sonrío Jelly y los 4 fueron a ‘cenar’
Entre risas y anécdotas, obviamente falsas, paso un rato de la cena cuando Jelly se puso en pie.
- Mamá, me puedes acompañar un momento ahora que lo recuerdo hallé algo en la ventana que quizás te volverá loca… - Dijo mirando a su madre.
- Que es amor?... – Respondió poniéndose en pie como su hija y siguiéndola al cuarto.
- Tenemos aproximadamente 10 segundos… Lo que hay que hacer es botar la comida pero en una bolsa porque la madre de Jelly revisa la basura. – Lizzie se puso en pie rápidamente y tomo una bolsa echando la comida rápidamente.
- Tranquila, aún no se acerca – Edward sonrío quizás por los pensamientos de la Señora frente al loco hallazgo de su hija – Donde hallaron eso??... Acaso esta vivo? – Pregunto Edward en una risa.
- No lo sé, Jelly lo trajo a casa hace unos días… - Se encogió de hombros restándole importancia y terminó de botar la comida, pero justo en eso venía la madre de Jelly. – Jasper bótala! – Le lanzó la bolsa y Jasper a una velocidad vampírica la boto y luego se sentó, pero Lizzie se quedó con la cuchara manchada de toda la comida que había botado cuando apareció la madre de Jelly en la cocina Lizzie se metió la cuchara a la boca para que no los atraparan, sentía el sabor de la ensalada, plato fuerte y postre en su boca…
- Oh veo que ya se lo comieron todo… - Celebró la madre de Jelly.
- Si, estaba muy rico todo gracias – Respondieron los hermanitos, y Lizzie sólo asintió sin sacarse la cuchara de la boca porque sabía iba a vomitar.
- Lizzie amor que pasa? Porque aun traes la cuchara en la boca? – Preguntó la mayor.
Lizzie sólo pudo negar con la cabeza y sonreír sin quitarse la cuchara de la boca, se puso en pie ya no soportándolo más y corrió al baño.
- Creo que algo le cayó mal… - Jasper tuvo que evitar una risita.
- Si, que pena y eso que estaba tan rico todo… - Edward le siguió sólo para molestar a Lizzie.
- Ya chicos, es que Lizzie tiene el estomago muy débil… - Salió en la defensa Jelly mirándolos con una mirada asesina.
- Jelly, llévale este tecito a Lizzie cuando salga del baño, pobrecita… - Le dijo la mayor a la pelinegra dándole una taza.
- Claro ma… - Jelly se fue al cuarto que compartía con la ojinegra dejando la taza a un lado del velador, pero los dos rubios la siguieron sentándose en silencio en la cama, Jasper sonreía y Edward estaba abatido.
- Que pasa? – Preguntó la pelinegra.
- Gané… - Le comunicó Jasper feliz.
- Ganaste que?... – La pelinegra tenía una de sus cejas alzadas mirando a ambos hermanos.
- Apostamos si Lizzie se metía o no la cuchara a la boca… - Respondió el pelicobrizo y le pasó 100 dólares al rubio quien río.
Justo en eso entró Lizzie aún más pálida de lo que ya era secándose la boca con una toalla de papel.
- Te sientes bien? – Le preguntó la pelinegra pero Jasper saltó a abrazarla
- Lizzie Graciaas!...me hiciste ganar 100 dolares!! – Celebraba feliz Jasper.
- Jasper… Me duelen los pulmones… - Apenas musitó Lizzie y Jasper la soltó
- Lo siento… - Jasper le sonrió desordenándole el cabello.
Horas Después…
Lizzie Y Jelly dormían tranquilamente cada una en su cama, mientras que Jasper Y Edward en su habitación escuchaban música con dos pares de audífonos mutantes negros que tenían Jelly y Lizzie, de pronto un fuerte sacudón embargo el edificio.
- Jelly despierta! – Le llamo Lizzie moviéndola algo brusca
- Mmmm…Lizzie?, que pasa? – La pelinegra abrió uno de sus ojos bostezando.
- No sentiste el temblor? – Preguntó sorprendida la ojinegra.
- Lizzie, no recuerdas que tengo el sueño pesado, podría tener un maremoto al lado y no despertarme… - Dijo con una ceja alzada
- Bueno, ven vamos fuera… - Dijo colocándose una chaqueta de algodón negra sobre su pijama y saliendo del cuarto encontrándose con Edward y Jasper quienes también estaban entre las penumbras.
- Que fue eso? – Pregunto Edward.
- No lo sé, quizás solo un temblor nada grave – Dijo Lizzie y miro hacia el cuarto de la madre de Jelly. – No se ha despertado? – Preguntó sorprendida
- Ni lo ha sentido, sigue soñando con… Kevin Flame?! – Edward se sorprendió y sacudió su cabeza.
- Mi mamá sueña con Kevin Flame?? – Jelly también se sorprendió.
- Nunca has visto el recorte que tiene en la campana de la cocina? – Preguntó Lizzie sonriendo.
Iban a seguir bromeando pero el mismo remezón volvió a venir haciéndolos caer al piso pero… Una fuerte luz azulina los cegó ya que provenía de la terraza.
- Que es eso?... – Jelly parecía asustada.
En eso se vio como la silueta de un cuerpo caía y un remezón movía la casa, en el suelo se hallaba un fortachón de cabello negro y de la misma palidez que los dos rubios.
- Emmett?... – Edward se sorprendió y salió a la terraza viendo al mastodonte que había caído reconociendo a su hermano. – Emmett! – Llamó viendo como el moreno despertaba.
- Mhhm… - Emmett abrió sus ojos mirando a Edward. – Edward?... Donde estamos? – Preguntó sentándose recorriendo con la mirada el lugar reconociendo a Jasper, pero se sorprendió al ver a dos chicas en pijama, mirándolo extrañadas.
- Que me miran tanto?, se que soy sexy pero me gastan… - Dijo Emmett poniéndose en pie sacudiéndose la ropa.
- Idiota… - Jasper río y miro que Lizzie Y Jelly permanecían en silencio. – Que?, no van a gritar esta vez?-
- Terminaremos afónicas, así que preferimos quedar impactadas… - Lizzie abrió el ventanal de nuevo.
- Jajajaja muy bien, mis oídos se lo agradecen… - Se burló Edward.
- Jelly tu crees que caiga una segunda litera en el cuarto de los chicos? – Lizzie miraba a su amiga cruzándose de brazos.
- De seguro, pero ya no sé que más inventar y no tengo más maletas – Jelly suspiro.
- Sólo digamos que es un amigo más que vino… Que le pagaremos el triple por una sola habitación… - Edward suspiro metiéndose la mano a los bolsillos de sus jeans.
- Mañana no hay clases, le diremos a mi madre que la pensión donde estaba Emmett tuvo problemas y se quedo sin casa… - comenzó a crear la pelinegra.
- Mañana iremos por ropa para Edward y Emmett y lo que sea que les falte… Además debemos ir a cambiar el dinero para pagarle a la mamá de Jelly… Finalmente en la noche iremos al banco de sangre… - Lizzie miro a todos asegurándose que todos hubieran entendido.
- Pero, por esta noche… Donde me quedaré? – Preguntó Emmett cruzándose de brazos.
- El garaje del edificio es bastante acogedor… - Lizzie río.
- Maldición, esto no es justo Morticia! – Le dijo Emmett molestándole por sus mechas.
- No me llames Morticia, y bueno tendrás que quedarte allí quieras o no… - Lizzie sonrío macabra.
- Esta chica a veces da miedo… - Jasper le contaba a Edward y este sólo asintió.
- Emmett hazle caso a la Morticia mejor, no se vaya a enojar… - Dijo Edward burlón.
. A veces son tan molestos ustedes… - Lizzie se cruzó de brazos y entró a la casa – Hagan lo que quieran… Al diablo con ustedes… - Bufó metiéndose al cuarto.
Todos quedaron descolocados… Lizzie se había enfadado por nada y no entendían porque.
- Que le pasa? – Jasper miró a Jelly.
- No lo sé, quizás sólo esta en un mal día… - Jelly miro a Emmett – Emmett debes irte, mamá se despertará.
- Muy bien Hippie, me voy… - Emmett desapareció junto a Jasper quien lo guiaba.
- Me voy a dormir… - Jelly se encaminó siendo seguida por Edward
- Estará bien? – Edward caminaba a su lado tranquilo.
- No sé que le pasa, no puedo asegurarte que estará bien… - Jelly le miro de reojo.
- Iré a verla, ve a mi cuarto… Jasper se quedará con Emmett… - Edward le miro y la pelinegra sólo asintió y se marcho.
Lizzie estaba cubierta por las cobijas hasta la cabeza mientras intentaba concentrarse en dormir.
Edward en menos de dos segundos estaba dentro de la pieza mientras solo se oía el casi inaudible ’clic’ de la cerradura al dar la vuelta.
- Vete ahora mismo Edward, no quiero ver a nadie… - Lizzie ni se movió de su posición.
- Pero como?!... – Edward sonaba verdaderamente sorprendido.
- No eres el único con poderes extraños Edward… - Le dijo irritada – Ahora vete… -
- No me iré, no hasta que me digas porque te fuiste de esa manera tan abrupta… - Edward se cruzó de brazos.
- Edward vete ahora mismo… o tomaré medidas… - Lizzie sonaba peligrosa.
Edward prendió la luz haciendo que Lizzie esbozara una mueca de dolor.
- Edward, apaga la luz… por favor… - La voz de Lizzie se lleno de suplica pero Edward se mantuvo impasible.
- Edward apaga la luz… - Dijo un poco más amenazadoramente.
- No lo haré Lizzie, ahora sal de debajo de las cobijas y dime que te pasa, mira que has preocupado a Jelly… - Edward le dijo severo.
- Edward… Mierda! Sale, sale de aquí… - Lizzie retorció sus pies debajo de las cobijas inquieta movimiento que Edward percibió.
- Estas bien?... – Edward dio un paso hacia atrás.
- Edward!... no te acerques… - Lizzie se levantó mirándolo, tenía sus ojos acuosos y reflejaban dolor, su piel pálida, estaba aún más pálida que de costumbre.
- Lizzie… te encuentras bien?... – Edward dio un paso hacia delante humanamente y Lizzie de inmediato le lanzó lo primero que encontró a mano…un florero… pero Edward más rápido lo atrapó en el aire no notando como Lizzie le quitaba un seguro plástico a los barrotes de la cama dejando ver una filosa barra de hierro en punta.
- Das un paso más y no me das mas alternativa Edward… - Lizzie le miro molesta. – Vete de aquí de una vez… -
- Acaso estas loca?!... – Edward sonaba histérico. – Deja eso… - Dio un paso hacia delante y Lizzie cerro su muñeca en torno a la barra abriéndose paso entre su piel blanquecina mientras lanzaba un anillo al florero quebrándolo, el estruendo y el grito de Lizzie alertó a la casa completa.
- Que mierda haces!?... – Edward corrió donde ella tomándola de las muñecas pero Lizzie se zafó de la buena y puso el plastico de nuevo.
- Te lo advertí Cullen… puedo ser mala si me lo propongo… - Lizzie se largo a llorar cuando se oyeron los pasos apresuraros de todos. – No!...Suéltame Edward… - Lloraba mientras la mano de Edward se llenaba de sangre de su muñeca.
- Lizzie!... – Gritó Jelly y en menos de dos segundos Emmett estabacontra la pared bajo la atenta mirada de la madre de Jelly y la antes nombrada.
- Que mierda le hiciste Ed?!... – Emmett le miro furioso.
- No…no le he hecho nada… - Respondió mirándolo algo sorprendido.
- Como que nada?!... Edward hay un florero roto y Lizzie sangrando de la muñeca, como me puedes decir que no pasa nada??... Acaso estas loco!? – Jelly le miro molesta.
- Por favor…No peleen… - Lizzie levantó la vista de su brazo ensangrentado marcado por los fríos dedos de Edward. – Sólo estábamos discutiendo y Edward no calculó su fuerza al sostener el florero… sólo fue eso… - Lizzie los miro a todos con sus ojos cristalinos y vio como su sangre seguía saliendo a borbotones de su muñeca mareándola.
- Como que no hiciste nada Edward??... y esa cara… ese dolor?... – Emmett sonaba furioso.
Edward quería gritarle unas cuantas cosas a su hermano, como no iba a creerle??... agradeció que podía hablar bajo con él y alegó.
- Emmett, esa chic es maligna, todo lo ha hecho ella…El corte, el florero roto… no he hecho nada Emmett…en serio… -Emmett le miro serio.
- Edward… Como una chica de no más de 16 años va a tener tan poder de emociones que ni Jasper lo noto?... – Emmett le miro. – No nos mientas Edward… -
- No les estoy mintiendo!!..es cierto que es raro, pero es cierto… Emmett en serio no he hecho nada… - Pero ninguno de los dos pudo seguir hablando ya que entre los grititos histéricos de la madre de Jelly por la salud de la niña, Lizzie que permanecía sentada en la cama alta se precipitó hacia el suelo inconsciente por la ausencia de sangre.
- Lizzie!... – Edward la sostenía en brazos pero su rostro y camisa se mancharon de la sangre clara de la ojinegra provocando que el y Emmett se quedara rígidos… pero Edward estaba luchando… era una pelea doble… la influencia de Jasper y las propias.
- Suéltala… - La madre de Jelly se veía realmente alterada.
- Señora…En serio yo no hice nada, sólo fue un accidente… Pero por favor ahora hay que llevarla a un hospital… - La preocupación de Edward terminó por convencer a la madre de Jelly y asintió yendo por las llaves del coche.
Edward sostenía a Lizzie en sus rígidos brazos… el olor de la sangre de Lizzie le había llenado los sentidos y lo que había provocado en Jasper no había contribuido mucho, Lizzie iba como una muñeca rota, desparramada sobre los brazos de Edward, su cabeza colgaba por el antebrazo del pelicobrizo y su brazo herido que había dejado de sangrar y estaba blanco y lacio descansaba sobre su abdomen, mientras que el otro colgaba hacia un lado de su cuerpo.
- Lizzie… - Jelly susurró preocupada mirando a la ojinegra en brazos del vampiro sentado en el asiento de atrás del pequeño vehiculo junto a ella, mientras que adelante iba Emmett casi tan rígido como Edward.
- Mamá apresúrate, Lizzie pierde el color cada vez más rápido… - Jelly tomo la mano sana de Lizzie y la noto tibia.
- Su cuerpo esta afiebrado, pero creo que fue por eso que se desmayó más que por la pérdida de sangre… - Edward sostenía firme a Lizzie y en pocos minutos llegaron al hospital.
…
Edward, Emmett, Jelly y su madre estaban en la sala de espera del salón de urgencias, cuando salió un doctor de la sala de espera.
- Familiares de la Srta. Larkon? – La madre de Jelly se puso en pie y todos la siguieron.
- Yo estoy a su cargo Doctor… - La madre tragó pesado y le miró – Como esta Lizzie?... – Pregunto preocupada.
- La paciente ha respondido bastante bien a las infusiones que les hemos dado, por lo que su salud se estabiliza rápidamente… Pero hay un problema… - El doctor se puso serio y con voz tranquila intentando tener el mayor tacto posible hablo – La menor tiene un grave problemas con sus plaquetas, no están funcionando como deberían hacerlo… No cumplen la función de coagular la sangre, por lo que fue bastante complicado el ayudarle a no desangrarse… - El doctor miro a la señora y esta musito sorprendida.
- Me esta diciendo que Lizzie tiene leucemia?!... – Dijo con histeria.
- Que?! – Jelly exclamó con el mismo tono de su madre.
Continuará...
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