- Córranse!!... Voy Tarde! – De la nada, apareció corriendo una chica de cabellos hasta el pecho negros en pequeñas ondas, vestía el uniforme de uno de los institutos mas famosos de la ciudad, llevaba una mochila celeste al hombro mientras corría calle abajo esquivando a la gente que la miraba asustada. Justo en eso oyó el sonido del timbre que provenía de un enorme edificio azul que ocupaba toda una cuadra, corrió aun más rápido. – Noooo!... no quiero llegar tarde… - Gritaba y entro justó segundos antes que cerraran el portón… con las manos en sus rodillas inclinada jadeando.
- Hola Jelly, llegaste a tiempo – Le sonrío una frágil chica, tenia su cabello negro con mechas blancas algo liso excepto en la parte inferior donde tenía pequeños rizos, sus ojos oscuros demostraban melancolía y soledad.
- Si Lizzy, por poco no llego – Le contestó más repuesta la azabache, mientras sus impresionantes ojos miel se topaban con los negros noche de Lizzy. – Vamos a clases entonces – Sonrío emocionada pero no termino de dar un paso cuando…Paf!.
- Estoy bien… Lo juro – Dijo Lizzy parándose de golpe del piso sacudiéndose el uniforme.
- Torpe… - Suspiro Jelly y río.
- Idiota…Cállate – Le miro feo la ojinegra y le saco la lengua.
Y así ambas amigas se dirigieron a su primera clase del día.
Era media mañana, Jelly permanecía en un rincón con sus amigas riendo cuando con pasos lentos apareció Lizzy tocándole el hombro.
- Nee Jelly… Ehh… Puedo pedirte algo? – Preguntó algo incomoda por las miradas de las amigas de Jelly.
- Claro Lizzy – Le Sonrío Jelly mirándola.
- Etto…Puedo quedarme en tu casa hoy?...mi tía volvió de su viaje y no esta entre mis planes verla…- Se excusó Lizzy, pero una risita de Jelly la hizo mirarla confundida.
- Lizzy… mi mamá te adora, claro que puedes ir a casa – Le sonrío Jelly dándole un golpecito en el hombro amistoso.
- Gracias Jelly, nos vemos en clase – Y silenciosa como llego, se fue.
La mañana paso lentamente para las dos amigas, entre matemáticas y biología tenían una especie de hora libre…
- Kyyaaa!...Amo A Jasper Whitlock... Es Tan hermoso – Celebraba Jelly leyendo un grueso libro de tapas negras.
- Si, es genial pero más me gusta Emmett… Es Excelente todo de él… Su carácter, su sonrisa, su risa estupida, etc.- Le peleaba Lizzy mirando el libro.
- Me quedo con mi Jasper Jajajaja… Lizzy iba a refutarle, pero en eso el profesor a cargo se puso en pie.
- Señoritas!...Por favor estamos en clases, guarden el libro o lo tendré que confiscar – Decía muy antipáticamente el profesor.
- Lo sentimos… - Dijo Jelly guardando el libro en su mochila y siguió conversando con Lizzy sobre el libro sin hacer mucho escándalo para no llamar la atención del profesor, pero fue en vano.
- Y Además Jacob es taan hermoso, pero en la película cuando le ponen el pelo largo se ve horrible – Decia Jelly comentando sobre los personajes…
- NO DIGAS ESO DE JACOB! – Grito Lizzy poniéndose en pie, pero se quedo callada cuando se oyó el grito del profesor.
- Señorita!... Una más y la mandaré a inspectoría… - Le amenazó el profesor molesto.
- Lo siento… - Musitó Lizzy volviéndose a sentar bajos las risillas burlonas de sus compañeros.
- jajajaja deja de gritar tan alto… si igual el actor es lindo – Dijo Jelly sonriendo.
- Jojojojo…Si lo es… - Sonrío maliciosa y en eso se oyó el timbre de salida. – A Casa De Jelly! – Exclamó emocionada y se puso en pie.
- Si A mi casa… jeje a hablar del vicio – Jelly río quitándose el ridículo delantal blanco que usaban todos los días.
- Y a comer la deliciosa comida de tu madre – Decía emocionada la ojinegra lanzando lejos el delantal y tomando su mochila colgándose al hombro haciendo tintinear el pequeño cascabel negro que colgaba en uno de los bolsillos.
- Vamos… - La pelinegra igual tomo su mochila caminando al lado de su amiga, pero ella entusiasmada conversando con uno de sus compañeros sobre música, no vio el desnivel que había a la salida de la sala y…Paf!. – Lizzy!... Eres tan torpe – Río la pelinegra ayudando a su amiga a ponerse en pie.
- Jeje Lo siento, no me acordaba del desnivel… - Río la ojinegra poniéndose en pie sacudiendo su ropa.
- Jajaja tu nunca te acuerdas de nada que pueda hacerte besar el piso – Río la pelinegra encaminándose a la salida del colegio
---
Ambas amigas llegaron a un enorme edificio de 15 pisos de alto, cada piso contaba con tan sólo dos departamentos, pero Jelly vivía en el Hall, por lo que su casa era todo un piso.
Tomaron el ascensor entre risas y bromas y subieron tranquilamente los 15 pisos.
- Para la próxima vez por las escaleras floja – Río la ojinegra saliendo del ascensor.
- Naaaa… Que flojera más grande subir por las escaleras Lizzy! – Alegó la pelinegra entrando a su casa seguida por la ojinegra. – Mama!! Llegue!!...Y Vino Lizzy – gritó Jelly tirando su mochila por allí.
- Mi amor, la cena estará lista en 15 min.- Le dijo desde la cocina su madre.
- Hola tía – Saludo Lizzy asomándose a la cocina
- Hola Lizzy – Saludo la madre de Jelly sonriendole. – Te quedas a dormir? – Preguntó la madre con voz amorosa.
- Si tía, no es problema?...Es que llegó la gente a la casa y no quiero estar allí… - dijo Lizzy aun asomada sin entrar por completo.
- Sabes que puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras – Le sonrío maternalmente la madre de Jelly, la ojinegra correspondió la sonrisa pero fue jalada de la mochila por Jelly.
- Vamos a mi cuarto… - Jelly literalmente la arrastró a su habitación, en la cual había una litera cubierta por un par de edredones azules, las paredes pintadas de un verde claro, un escritorio con un computador y varios libros y un gran espacio frente a la litera cubierto por una alfombra verde. Lizzy dejo su mochila a un lado de la cama y se quitó el chaleco del colegio quedando con una polera blanca y los pantalones correspondientes al uniforme para los días fríos o de lluvia ya comunes en esa ciudad.
- Lizzy, me prestas New Moon, quiero ver algo – Le Dijo la pelinegra sentándose en la cama de abajo mirándola.
- Toma… - Le cedió el libro luego de sacarlo de su mochila.
- Gracias… - Sonrío Jelly.
Los minutos pasaron y llegó la madre de Jelly con una bandeja con dos platos de comida… - Gracias… - Sonrío Lizzy y se acomodo junto a Jelly para comenzar a comer, las horas siguieron pasando y la noche cayó cubriendo todo el cielo de un hermoso color negro.
Jelly hace horas que dormía en la litera de abajo, pero Lizzy estaba arrodillada en la silla que reposaba al lado de la litera apoyando su frente en el vidrio mientras su mirada estaba perdida en un punto fijo.
En eso vio un fuerte resplandor azul sobre la terraza, se sorprendió y se volteo rápido moviendo a su amiga - Jelly despierta…-
-Mmmm… Lizzy déjame dormir…- Se quejó Jelly volteándose.
- Nee…Hay una luz en tu terraza azul que apareció de la nada, no quieres ir a ver? –
- Porque no lo dijiste antes!... – Se puso en pie de un salto.
---
Se podía oír el silbar de tres cuerpos mientras pasaban entre los árboles, y el apresurado pero no más que esas tres sombras correr de los animales buscando refugio sintiendo el peligro recorrer sus venas.
- Cuidado! – Gritó un chico de rizos rubios mientras se lanzaba contra un chico gigante y otro menos corpulento que el mayor pero mas que él, también rubios pero de diferentes tonos y los tres cayeron al piso a los pies de una hermosa chica.
- Jasper!... – Le alegó Emmett – Estaba por atrapar el aroma de un oso – Le seguía peleando, pero de pronto y casi impulsado por un resorte, Edward se puso en pie encarando a la chica.
- Ni se te ocurra Briseida… - Le amenazó el chico rubio cobrizo.
- No me asustas Bastardo Chupasangre… - Dijo con una sonrisa burlona la chica.
- Edward…quien es ella? – Preguntó Emmett poniéndose en pie parándose al lado de su hermano.
- Solo una sucia bruja… - Respondió el pelicobrizo con sorna
- Bruja?... – Los dos rubios restantes preguntaron al unísono extrañados.
- Si, soy una bruja – Dijo la chica orgullosa, moviendo un poco las capas de su vestido como menospreciándolos.
- Desgraciadamente aquí, nadie quiere una bruja… Así que puedes darte media vuelta y marcharte – Le sonrío Edward haciendo un gesto de despedida con la mano. – Bye, bye brujita.
- Maldito chupasangre rubio, te crees que porque tienes poderes mentales voy a doblegarme ante ti?... Seras idiota – Le insultó la chica cruzándose de brazos.
- Y con esa boca te haces llamar Madam… - Se burló Edward luego de leer su mente un rato.
- Cállate o te juro que me voy a enojar… - Dijo mientras su cabello castaño comenzaba a presentar pequeñas intensidades de luces rojas en las raíces, producto que se estaba enfadando.
- Ehh…Edward… - Intentó llamar Jasper, pero Edward mas interesado en leer la mente de la chica no leía la preocupación en la cabeza de su hermano.
- Mira brujita, no le tengo miedo a tus conjuritos de cuarta – Decía Emmett uniéndose a la pelea de sarcasmos e insultos.
- Pues deberías tenerlo, porque… "Ebben az erdőben azonban, hogy otthon hagyja, hogy menjen vissza ... nem az otthoni, hogy sosem tér vissza ..." – La chica recitó en hùngaro , pero cuando los hermanos se percataron del significado, la chica reía como loca y desapareció entre un remolino de hojas secas.
- Edward… - Jasper le llamó… - Volvamos a casa si? , esa chica iba en serio con lo del conjuro… - Dijo Jasper extrañamente inquieto.
- Jasper, cálmate, no sucede nada… Sólo fue una rima de libro… vamos a seguir cazando mejor…
Y así los tres hermanos volvieron a emprender la marcha… Corrían veloces pero Jasper iba perturbado, lo cual traía peor a los otros dos hermanos que dañados por el poder de su hermano iban mirando hacia ambos lado a cada instante, cuando sin siquiera notarlo, estaban los 3 solos en el bosque y… separados.
- Emmett!...Edward!... Donde están? – Los buscaba Jasper, pero una risa chillona lleno su cabeza y de un instante a otro todo se volvió negro….
---
Ambas amigas salieron del cuarto de la pelinegra en pijama, El pijama de Jelly consistía en un vestido blanco de tirantes con unas calzas hasta la pantorrilla debajo y el de Lizzy era un chaleco deportivo de hombre bastante grande para ella y un short corto.
Cuando llegaron a la terraza vieron como entre algunos maceteros estaba botado un chico de gran belleza, sus cabellos rubios algo rizados se revolvían con el viento.
- Estará muerto? – Preguntó Lizzy saliendo al balcón acercándose lentamente.
- Lizzy no vayas… - Intento detenerla Jelly, pero en eso el chico comenzó a despertar.
- Kyaaaaaaaaaaa!! – Ambas amigas gritaron como idiotas y el chico termino de despertar asustado.
- Niñas que pasa?! – Les preguntó asustada la madre de Jelly saliendo de la habitación mientras se amarraba una bata.
- Ehh… - Ambas amigas se voltearon pero no hallaron nada en la terraza
- Que había allí fuera chicas, que las hizo gritar? – Pregunto la madre preocupada haciendo entrar a Lizzy viendo la terraza vacía.
- Un…un gato…? - Dijo dudando Lizzy…
. Si mamá…Había un gato, y nos ha asustado… - Dijo Jelly segura.
- Ay! Niñas como me asustan… Ya vayan a dormir… - Dijo volviendo a su habitación.
Ambas chicas se miraron extrañadas, y cuando volvieron la vista hacia la terraza el chico volvía a estar allí, pero de inmediato y extrañamente rápido le cubrió la boca ambas con sus frías manos.
- Por favor no griten… - Les suplico casi al borde del pánico el chico. Y al ver el asentimiento de cabezas de las chicas les quito las manos de sus bocas.
- Quien eres? – Pregunto la ojinegra mirando seria al rubio, quien suspiro.
- Mi nombre es Jasper Hall… - Respondió.
- Q….que?... – La pelinegra palideció y se cubrió la boca con las manos completamente sorprendida.
- Que estas hablando? – Le dijo algo agresiva la ojinegra – No nos vengas con tonterías y mejor dinos como llegaste aquí arriba… - Se cruzó de brazos esperando la respuesta del rubio.
- Ehhh…Bueno… - Titubeó rascándose luego la cabeza. – Es algo difícil de explicar, no me creerían… - Dijo Jasper incomodo
- Inténtalo… Como sabes si te creemos – Sonrío altanera la ojinegra
- Bueno… Iba corriendo por el bosque junto a mis hermanos… Cuando apareció una chica, nos comenzó a insultar y nos lanzó un conjuro y todo se volvió negro… - Relató brevemente.
Jelly le miró seria muy molesta – Odio que la gente mienta… - Dijo muy seria.
- Bueno Jelly, veo que aquí no quieren decir la verdad…. Dime, quien eres?... – Le preguntó bruscamente Lizzy.
- Ya lo dije… Soy Jasper Hall… - Le dijo exasperado pero al ver el rostro serio de las chicas suspiro. – Si no me van a creer…para que me preguntan? – Pregunto sin entender nada.
- La única forma de saber si es el verdadero Jasper Hall… - Decía Lizzy, pero Jasper la interrumpió casi al borde la histeria.
- Claro que soy el verdadero Jasper! – Exclamó incrédulo, de que esas niñas creyeran que existía otro Jasper Hall…
-Eso lo sabremos nosotras… - Le Dijo la pelinegra – Lizzy, ve por….
Continuará…
Ambas amigas llegaron a un enorme edificio de 15 pisos de alto, cada piso contaba con tan sólo dos departamentos, pero Jelly vivía en el Hall, por lo que su casa era todo un piso.
Tomaron el ascensor entre risas y bromas y subieron tranquilamente los 15 pisos.
- Para la próxima vez por las escaleras floja – Río la ojinegra saliendo del ascensor.
- Naaaa… Que flojera más grande subir por las escaleras Lizzy! – Alegó la pelinegra entrando a su casa seguida por la ojinegra. – Mama!! Llegue!!...Y Vino Lizzy – gritó Jelly tirando su mochila por allí.
- Mi amor, la cena estará lista en 15 min.- Le dijo desde la cocina su madre.
- Hola tía – Saludo Lizzy asomándose a la cocina
- Hola Lizzy – Saludo la madre de Jelly sonriendole. – Te quedas a dormir? – Preguntó la madre con voz amorosa.
- Si tía, no es problema?...Es que llegó la gente a la casa y no quiero estar allí… - dijo Lizzy aun asomada sin entrar por completo.
- Sabes que puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras – Le sonrío maternalmente la madre de Jelly, la ojinegra correspondió la sonrisa pero fue jalada de la mochila por Jelly.
- Vamos a mi cuarto… - Jelly literalmente la arrastró a su habitación, en la cual había una litera cubierta por un par de edredones azules, las paredes pintadas de un verde claro, un escritorio con un computador y varios libros y un gran espacio frente a la litera cubierto por una alfombra verde. Lizzy dejo su mochila a un lado de la cama y se quitó el chaleco del colegio quedando con una polera blanca y los pantalones correspondientes al uniforme para los días fríos o de lluvia ya comunes en esa ciudad.
- Lizzy, me prestas New Moon, quiero ver algo – Le Dijo la pelinegra sentándose en la cama de abajo mirándola.
- Toma… - Le cedió el libro luego de sacarlo de su mochila.
- Gracias… - Sonrío Jelly.
Los minutos pasaron y llegó la madre de Jelly con una bandeja con dos platos de comida… - Gracias… - Sonrío Lizzy y se acomodo junto a Jelly para comenzar a comer, las horas siguieron pasando y la noche cayó cubriendo todo el cielo de un hermoso color negro.
Jelly hace horas que dormía en la litera de abajo, pero Lizzy estaba arrodillada en la silla que reposaba al lado de la litera apoyando su frente en el vidrio mientras su mirada estaba perdida en un punto fijo.
En eso vio un fuerte resplandor azul sobre la terraza, se sorprendió y se volteo rápido moviendo a su amiga - Jelly despierta…-
-Mmmm… Lizzy déjame dormir…- Se quejó Jelly volteándose.
- Nee…Hay una luz en tu terraza azul que apareció de la nada, no quieres ir a ver? –
- Porque no lo dijiste antes!... – Se puso en pie de un salto.
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Se podía oír el silbar de tres cuerpos mientras pasaban entre los árboles, y el apresurado pero no más que esas tres sombras correr de los animales buscando refugio sintiendo el peligro recorrer sus venas.
- Cuidado! – Gritó un chico de rizos rubios mientras se lanzaba contra un chico gigante y otro menos corpulento que el mayor pero mas que él, también rubios pero de diferentes tonos y los tres cayeron al piso a los pies de una hermosa chica.
- Jasper!... – Le alegó Emmett – Estaba por atrapar el aroma de un oso – Le seguía peleando, pero de pronto y casi impulsado por un resorte, Edward se puso en pie encarando a la chica.
- Ni se te ocurra Briseida… - Le amenazó el chico rubio cobrizo.
- No me asustas Bastardo Chupasangre… - Dijo con una sonrisa burlona la chica.
- Edward…quien es ella? – Preguntó Emmett poniéndose en pie parándose al lado de su hermano.
- Solo una sucia bruja… - Respondió el pelicobrizo con sorna
- Bruja?... – Los dos rubios restantes preguntaron al unísono extrañados.
- Si, soy una bruja – Dijo la chica orgullosa, moviendo un poco las capas de su vestido como menospreciándolos.
- Desgraciadamente aquí, nadie quiere una bruja… Así que puedes darte media vuelta y marcharte – Le sonrío Edward haciendo un gesto de despedida con la mano. – Bye, bye brujita.
- Maldito chupasangre rubio, te crees que porque tienes poderes mentales voy a doblegarme ante ti?... Seras idiota – Le insultó la chica cruzándose de brazos.
- Y con esa boca te haces llamar Madam… - Se burló Edward luego de leer su mente un rato.
- Cállate o te juro que me voy a enojar… - Dijo mientras su cabello castaño comenzaba a presentar pequeñas intensidades de luces rojas en las raíces, producto que se estaba enfadando.
- Ehh…Edward… - Intentó llamar Jasper, pero Edward mas interesado en leer la mente de la chica no leía la preocupación en la cabeza de su hermano.
- Mira brujita, no le tengo miedo a tus conjuritos de cuarta – Decía Emmett uniéndose a la pelea de sarcasmos e insultos.
- Pues deberías tenerlo, porque… "Ebben az erdőben azonban, hogy otthon hagyja, hogy menjen vissza ... nem az otthoni, hogy sosem tér vissza ..." – La chica recitó en hùngaro , pero cuando los hermanos se percataron del significado, la chica reía como loca y desapareció entre un remolino de hojas secas.
- Edward… - Jasper le llamó… - Volvamos a casa si? , esa chica iba en serio con lo del conjuro… - Dijo Jasper extrañamente inquieto.
- Jasper, cálmate, no sucede nada… Sólo fue una rima de libro… vamos a seguir cazando mejor…
Y así los tres hermanos volvieron a emprender la marcha… Corrían veloces pero Jasper iba perturbado, lo cual traía peor a los otros dos hermanos que dañados por el poder de su hermano iban mirando hacia ambos lado a cada instante, cuando sin siquiera notarlo, estaban los 3 solos en el bosque y… separados.
- Emmett!...Edward!... Donde están? – Los buscaba Jasper, pero una risa chillona lleno su cabeza y de un instante a otro todo se volvió negro….
---
Ambas amigas salieron del cuarto de la pelinegra en pijama, El pijama de Jelly consistía en un vestido blanco de tirantes con unas calzas hasta la pantorrilla debajo y el de Lizzy era un chaleco deportivo de hombre bastante grande para ella y un short corto.
Cuando llegaron a la terraza vieron como entre algunos maceteros estaba botado un chico de gran belleza, sus cabellos rubios algo rizados se revolvían con el viento.
- Estará muerto? – Preguntó Lizzy saliendo al balcón acercándose lentamente.
- Lizzy no vayas… - Intento detenerla Jelly, pero en eso el chico comenzó a despertar.
- Kyaaaaaaaaaaa!! – Ambas amigas gritaron como idiotas y el chico termino de despertar asustado.
- Niñas que pasa?! – Les preguntó asustada la madre de Jelly saliendo de la habitación mientras se amarraba una bata.
- Ehh… - Ambas amigas se voltearon pero no hallaron nada en la terraza
- Que había allí fuera chicas, que las hizo gritar? – Pregunto la madre preocupada haciendo entrar a Lizzy viendo la terraza vacía.
- Un…un gato…? - Dijo dudando Lizzy…
. Si mamá…Había un gato, y nos ha asustado… - Dijo Jelly segura.
- Ay! Niñas como me asustan… Ya vayan a dormir… - Dijo volviendo a su habitación.
Ambas chicas se miraron extrañadas, y cuando volvieron la vista hacia la terraza el chico volvía a estar allí, pero de inmediato y extrañamente rápido le cubrió la boca ambas con sus frías manos.
- Por favor no griten… - Les suplico casi al borde del pánico el chico. Y al ver el asentimiento de cabezas de las chicas les quito las manos de sus bocas.
- Quien eres? – Pregunto la ojinegra mirando seria al rubio, quien suspiro.
- Mi nombre es Jasper Hall… - Respondió.
- Q….que?... – La pelinegra palideció y se cubrió la boca con las manos completamente sorprendida.
- Que estas hablando? – Le dijo algo agresiva la ojinegra – No nos vengas con tonterías y mejor dinos como llegaste aquí arriba… - Se cruzó de brazos esperando la respuesta del rubio.
- Ehhh…Bueno… - Titubeó rascándose luego la cabeza. – Es algo difícil de explicar, no me creerían… - Dijo Jasper incomodo
- Inténtalo… Como sabes si te creemos – Sonrío altanera la ojinegra
- Bueno… Iba corriendo por el bosque junto a mis hermanos… Cuando apareció una chica, nos comenzó a insultar y nos lanzó un conjuro y todo se volvió negro… - Relató brevemente.
Jelly le miró seria muy molesta – Odio que la gente mienta… - Dijo muy seria.
- Bueno Jelly, veo que aquí no quieren decir la verdad…. Dime, quien eres?... – Le preguntó bruscamente Lizzy.
- Ya lo dije… Soy Jasper Hall… - Le dijo exasperado pero al ver el rostro serio de las chicas suspiro. – Si no me van a creer…para que me preguntan? – Pregunto sin entender nada.
- La única forma de saber si es el verdadero Jasper Hall… - Decía Lizzy, pero Jasper la interrumpió casi al borde la histeria.
- Claro que soy el verdadero Jasper! – Exclamó incrédulo, de que esas niñas creyeran que existía otro Jasper Hall…
-Eso lo sabremos nosotras… - Le Dijo la pelinegra – Lizzy, ve por….
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